Breve crónica descriptiva
Por: Arturo Morales Tirado
29 de julio de 2020
El Golpe de Vista
Excepcional rincón de San Miguel de Allende en evolución.
Detrás de sus cúpulas barrocas
Al sur de la parroquia de la Villa
El asombro de arrieros y recuas
De el Golpe de Vista les maravilla.
En el corazón de México, como en todo el orbe, es indivisible el paisaje cultural del natural, aún más, el origen de toda expresión cultural obedece a los accidentes de lo natural; de esta forma, el rincón tradicional de El Golpe de Vista es una virtuosa coincidencia del origen geológico del volcán del otrora San Miguel el Grande (Palo Huérfano) justo en la frontera geológica entre la ígnea Mesoamérica y los lomeríos de matorral bajo de la semidesértica Aridoamérica. El propio San Miguel se encuentra en la ladera volcánica noroeste del que, los antiguos indígenas castellanizados de mediados del Siglo XVI llamaron: el Montequehuma (después: Moctezuma), el cual se extiende desde el Cerro de las Tres Cruces, hasta la Cañada de El Obraje. En este Montequehuma, se tiene noticia de más de una docena de manantiales con agua termal, en esta zona del Golpe de Vista, cruzaron los arrollos: Valle del Maíz, Cañada de los Aguacates, Ojo de Agua; mismos, que junto el manantial de El Chorro, fueron promotores indirectos de las huertas de españoles y criollos virreinales al sur De la Villa, para así, demarcar la villa española - criolla de los barrios de indios (hoy diríamos: indígenas). Por otro lado, como en todo el mundo, las ciudades, villas, barrios, aldeas, haciendas, ventas y demás asentamientos humanos, interactuaban y se vinculaban por brechas, senderos, caminerías y caminos. Precisamente, el primero ordenado y construido en América por la Corona española a través del primer virrey de Nueva España: Antonio de Mendoza fue el llamado: Camino Real de Tierra Adentro, por cierto, decretado por la UNESCO en el 2010: Itinerario Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La fundación de San Miguel por los españoles y criollos en la ladera referida, obedeció a tres factores relacionados con la fisiografía de la ladera volcánica: en primer término la existencia de abundantes manantiales (en los 1540s) en la parte alta del Montequehuma y así, agua para el consumo humano; en segunda instancia: el uso de la ladera y sus lomeríos como forma defensiva en contra de las incursiones de chichimecas contra la invasión de españoles y otomíes; y en tercer lugar: la posible existencia (en esos tiempos era una incógnita) de otros recursos naturales de tipo mineral en torno a la frontera geológica entre las formaciones rocosas de origen volcánico de Mesoamérica, las rocas sedimentarias propias de Aridoamérica y, por lo tanto, de rocas metamórficas (cuarzos, cristales minerales, piedras semipreciosas, etc.), algunas de estas, con el potencial de estar asociadas a la existencia de cobre, plata y oro. De hecho, estas capas de roca metamórfica han dado lugar a fantásticas interpretaciones de la fundación de San Miguel el Grande sobre una mítica cama de cuarzos. Lo que si ocurrió con certeza, fue el acceso a la antigua Villa Protectora de San Miguel Arcángel por el lado poniente y sur de la misma, de una caminería de la ruta del mercurio entre la Sierra Gorda mas la actual zona de Pozos, Guanajuato (llamada anteriormente: Palmar de Vega) y el Real de Minas de Guanajuato pasando por San Miguel; a este camino se le llamó: Camino Real a Xichú. De este camino quedan vestigios - testimonio en San Miguel de Allende; a continuación menciono los siguientes: al poniente de la Presa de las Colonias, en el jardín botánico Charco del Ingenio, existen las ruinas del camino y puente sobre el arrollo de la Longaniza, posteriormente, el camino continuaba al sur, a un costado de las plazas comerciales actuales Real del Conde y la Luciérnaga hasta bajar al poniente por un camino sinuoso con muchas curvas al que, todavía en estos tiempos, conocemos como el Caracol; finalmente, el camino continuaba hacia el norte por la actual calle de prolongación de Aldama hasta nuestro tradicional rincón sanmiguelense, precisamente, la celebre: fuente de El Golpe de Vista.
Para el primer tercio del siglo XVIII, en la cúspide del esplendor virreinal en la Nueva España, ciudades como: Ciudad de México, Querétaro, Guanajuato, Zacatecas, Morelia y, desde luego, San Miguel el Grande (hoy de Allende), vieron edificar la gran mayoría de edificios virreinales que hoy les engalanan. En esos años, las huertas de las familias más acaudaladas de criollos y algunos españoles de San Miguel estuvieron al sur de la calle del Terraplén hasta la actual calle de las Moras y, más cercana al Jardín Principal, la actual calle de El Cardo. Justo en el Rincon natural del Camino Real a Xichú (hoy calle de Prolongación Aldama) y el paraje de el Cardo, la familia de la Canal, a partir de 1735, se estableció en San Miguel el Grande. Manuel Francisco Tomás de la Canal y Bueno de Baeza habitó la llamada en aquel tiempo: Casa Solariega de la Canal (hoy la conocemos como Instituto Allende y Hotel Rosewood), casa que contó con cerca de 5 hectáreas y una gran huerta de más de 250 nogales de nuez pecanera. La pendiente de esta enorme propiedad era del sudeste al noroeste, por tal motivo, Tomás de la Canal edificó en la parte más baja de su propiedad una gran cisterna para agua dulce, se localizo prácticamente en la esquina de la Calle Ancha de San Antonio y el arroyo de las tenerías (hoy Calle Nueva o Nemesio Díez), la cual fue abastecida por siglos por el sifón y Fuente Pública de El Golpe de Vista, la cual se ubicó en la alta esquina sudeste de la referida Casa Solariega de la Canal, en el cruce de las actuales calles de Aldama y el Cardo.
A finales del siglo XVIII, el nieto de don Tomás, Narciso María Loreto de la Canal, con título nobiliario de Castilla de conde (al parecer, nunca llegó a ostentar oficialmente), y coronel de los dos regimientos de Dragones de la Reina de San Miguel el Grande (a los que pertenecieron, entre otros, los capitanes Juan Aldama e Ignacio Allende) al comienzo de la conspiración y guerra de la Independencia Nacional, había negociado y consentido con las monjas Carmelitas de Querétaro, la edificación de su convento en San Miguel el Grande en los terrenos de la referida Casa Solariega de la Canal, sin embargo, la Guerra de Independencia no lo hizo posible. A pesar de este final, el afamado arquitecto valenciano: Manuel Tolsá, al que se le había encargado el proyecto y ejecución de el anhelado convento, comenzó a trabajar en parte de la propiedad. Sin tener los documentos oficiales, es posible que las modificaciones a la fachada de la capilla privada, dentro del patio principal de la Casa Solariega de la Canal y la portada de estilo marcadamente neoclásico, hayan sido de las pocas intervenciones del talento de Manuel Tolsá. La fuente pública (a espaldas, dentro de la propiedad de los De la Canal hubo una fuente privada) es de hermoso diseño en cantera gris de pileta central de planta hemisférica con un pequeño recuadro frontal, flanqueada por dos columnas clásicas lisas y éstas, a su vez, flanqueadas por dos pilastras rectangulares, las cuatro, rematadas con sobrios capiteles jónicos; siendo su frontispicio rectangular coronado con una balaustrada de 6 balaustres sobrios y armonizado todo el conjunto con un par de maceteros florales en la misma cantera. Sobre el elegante zapato de hombre en la cúspide de la fachada De la Fuente, algunos entendidos artistas han reconocido en ello la huella - sello del benefactor del San Miguel esplendoroso del siglo XVIII, el señor mayorazgo o conde De la Canal.
Como antaño, en el crucero de El Golpe de Vista, a los que se adentran desde el sur a el actual casco histórico de San Miguel de Allende, tienen el impacto visual e integralmente sensorial de la ladera empinada a las lomas suaves del centro de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad (UNESCO - 2008), pero, además, descubren el caserío contemporáneo que se despliega del oriente al poniente por esta micro falla geológica en las faldas del volcán Palo Huérfano hasta la ribera Del río Laja y la Presa Allende, en una exuberante composición descendente de fachadas coloridas pero en colores a la cantera, espectaculares terrazas y azoteas con exuberantes jardines en lo alto, múltiples balcones en marcos verticales viendo pasar el ritmo del Sol y de la Luna en perpetuo camino al poniente e, imaginando las nuevas sorpresas que las calles empedradas de la antigua San Miguel el Grande depara en cada rinconada, curva o esquina nuevas vistas para el asombro y rostros para el encuentro.
Con lo mejor del San Miguel de Allende contemporáneo y lo excepcional del San Miguiel centenario, justo en el impresionante Golpe de Vista, este recinto de cantera labrada, madera modelada,textiles acogedores, luces sugerentes, armonía en diálogo entre el tiempo evolucionando en inmensa cultura y el espacio exacto de uno de los 5 mejores destinos para visitar en el Mundo, en uno de sus rincones tradicionales, Hotel Golpe de Vista abre sus puertas a tus deseos y sueños en San Miguel de Allende.
¡Bienvenidos!