Según el Gobierno de la República, nuestro país ha tenido avances y tintes de liderazgo mundial respecto a los temas del cambio climático que han sido reconocidos dentro y fuera de México. Sin embargo tal parece que la sociedad mexicana el interés en el tema no es prioridad. Aún hay mucho por hacer.
De acuerdo a la nueva Ley General de Cambio Climático, que se publicó en junio de 2012, se reconoce los avances y la utilidad de los procesos que se han iniciado, además indica el camino a seguir en el corto y mediano plazo. Han pasado casi siete años e insisto hay mucho por hacer.
Por ejemplo en lo que respecta al tema de la adaptación que, en atención al cambio climático, debe ser la principal preocupación de un país como el nuestro, con condiciones de alta vulnerabilidad, es fundamental continuar y fortalecer el proceso participativo.
En la víspera del fin del peñismo, se han producido avances sustanciales. Se sintetizó la visión, los elementos y los criterios para forjar la Estrategia Nacional de Cambio Climático que la Ley mandará preparar e implementar en los próximos meses.
Así es como a poco más de una década y un lustro de haber iniciado el siglo XXI y a 25 años de contar con los primeros especialistas en derecho ambiental; México carece de capital humano especialista en atender los problemas actuales y del futuro en materia ambiental.
Sin duda, México sufre la consecuencia de un crecimiento discontinuo de reformas en desarrollo con su respectiva del aprendizaje en espacio y tiempo; ¡claro! debido a políticas públicas desatinadas en vez de contar con políticas de estado, entrando en la vaga justificación de que el mexicano es como lo pintan. Dirían por allí a la ¡viva México! Sin lugar a dudas lo más importante es tomar conciencia del constante cambio en las tendencias globales que requieren de un verdadero capital humano actualizado y especializado en temas tan importantes como el cambio climático.
Es urgente que se escuche la voz y acción de profesionales en derecho ambiental y en otras ciencias aplicadas a mejorar la condición de vida que refleje un mejor país y defiendan contra cualquier proyecto la riqueza natural de nuestro México, sin aceptar espejitos de progreso que atenten al medio ambiente.
Por cierto dichos personajes, si no es mucho pedir, pudieran ser más "íntegros" que muchos otros profesionistas y así evitar la pulcritud de los políticos de cuello blanco que se dan el lujo de ofrecerle fango al pueblo necesitado que sin la protección de estos ambientalistas natos y preparados nos mantendremos estancados en el maloliente progreso de grandes depredadores de esta sociedad postmodernista. davidcastellanost@hotmail.com
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